Me carne las ganas
me ganan las aguas
me quedan algunos ratos de calma
sobre todo la cama
sobre nada la espera.
Un insecto inoportuno triunfó el fracaso
Se fue de frasco y abarcó el futuro
pero al no ver frutos desistió al destino
y corrió al refugio plagado de ratas.
Pesadillas a la hora de la siesta. Guacha editora 2005
jueves, 11 de septiembre de 2008
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