martes, 19 de agosto de 2008

Caballo de metal

Tirando como res

Me dirijo

Un amplio trecho me separa
de un mundo lleno de trampas.

Lógicamente espero

Participo en una fila llena de inútiles.
Callo mis inocuas voces.

La señora que avanza a mis espaldas
tiene la maldita costumbre de enredarse en mi pelo.
Disconforme no acepta el límite.

Nadie la ve pero yo sí.
Es ahí cuando escarba mi nuca
encuentra mi cuello
y hunde sus dedos mugrientos,
atraviesa mis recuerdos
alcanza mi destino
y me sumerge en las oscuras aguas.



Pero no puedo dejar de ver
la extensa realidad de carteles
que prohiben escupir en la vastedad de la sala.

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