lunes, 11 de agosto de 2008

Ella... (let me in the blues)

II

Pero esta vez fue en mi donde ella lo sorprendió. El quería de ella lo que yo no podía darle. Ella era algo mas fuerte que una persona, era un carácter, un estilo de vida. Y yo no decidía, ella era pura imposición. Era tan rebelde conmigo que yo no podía forzarme a ninguna situación si ella no elegía. Y podía elegir, eso era lo que me asombraba. Tan segura era que no admitía equívocos. Ella manejaba el azar, no existían las casualidades, era todo cuestión de tiempo.
Ella era así porque si. Era impredecible, y sólo él se había propuesto llegar a su origen. Estaba convencido de que yo era su expresión, de que yo era consecuencia de ella. Admiraba en mí todas las demostraciones que ella provocaba. Ella trataba de apoderarse de mi aspecto físico, invadía mi cuerpo de huellas suyas donde el la reconociera. Yo padecía de ella en una invasión mutua, ella conquistaba en mi dominio y el alentaba la ejecución. Hasta había adoptado los movimientos de los ojos de el cuando miraba, para demostrarme que ella era también parte suya.
Yo no entendía muy bien que quería ella de mí. A veces sentía que ella sólo estaba conmigo en presencia de el. Si yo me alejaba de el, ella desaparecía de mi.
Creo haber sentido que ella se quedaba ahí, con el.

2 comentarios:

manuel dijo...

"A veces sentía que ella sólo estaba conmigo en presencia de el. Si yo me alejaba de el, ella desaparecía de mi.
Creo haber sentido que ella se quedaba ahí, con el. "

esto sucede, con las variantes
apropiadas de género,
más a menudo
de lo que uno pensaría...

Anónimo dijo...

Crisis existencial
A veces no sé quien soy
(hay personas que me desorientan)